Parto Natural

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Cómo funcionan tus hormonas para producir el milagroso nacimiento

Las hormonas del parto son mensajeros químicos que tu cuerpo produce. Tu bebé también las produce. Estas hormonas trabajan conjuntamente para dirigir importantes cambios en vuestros cuerpos; cambios que ayudan a que el parto y el nacimiento a sean fluidos y seguros para ambos. Las hormonas del parto os ayudan a ti y a tu bebé de muchas maneras, incluyendo:

  • • Preparar tu cuerpo para dar a luz
  • • Iniciar tus contracciones de parto
  • • Preparar a tu bebé para el parto y la vida fuera de tu cuerpo
  • • Comunicar a tus pechos que produzcan leche y preparar a tu bebé para succionar.

Pero, el mismo ambiente y trato en el hospital puede obstaculizar las hormonas.

El estrés puede impedir a las hormonas del parto realizar su importante trabajo.

La madre naturaleza es sabia. Quiere que tú y tu bebé estéis a salvo. Por eso el parto y el nacimiento tienen lugar preferentemente cuando percibes que estás en un lugar íntimo y tranquilo. Un lugar donde te sientas segura, protegida y relajada. Pero a veces la atención que una mujer recibe durante el parto y el nacimiento puede ser estresante.

Por ejemplo, las luces intensas, los ruidos, el equipo médico, los exámenes vaginales frecuentes y la gente entrando y saliendo de la habitación pueden ser muy estresantes. Tu cuerpo puede “percibir” todo eso como una amenaza. Si tu cuerpo siente que no estás en un lugar seguro, puede que tus hormonas del nacimiento no funcionen bien. El parto puede ralentizarse o incluso detenerse.

Tras el nacimiento, el personal del hospital puede separar a los bebés de sus madres para cuidados rutinarios. Eso puede ser estresante para ti y tu bebé. El estrés puede hacer que la temperatura corporal y el nivel de azúcar en sangre de tu bebé bajen demasiado. Y estar separada de tu bebé puede posteriormente dificultar el comienzo de la lactancia. Los cuidados rutinarios pueden realizarse más tarde o mientras tú y tu bebé estáis juntos.

Camino hacia un parto saludable.

Cómo ayudar a tus hormonas a realizar su maravilloso trabajo

6 Claves para Lograr un Parto Natural

El Instituto Lamaze detalla las 6 practicas de atención y cuidados que promueven el parto natural:

Diez maneras de aliviar el dolor de parto.

Por Penny Simkin, CD(DONA), PT

Aumenta tu nivel de confort con estos consejos para sobrellevar el dolor y el trabajo de parto. Primero, decide qué cosas y personas tendrás a tu lado. Luego, debes aprender acerca de lo que puedes hacer con tu cuerpo y tu mente durante las contracciones. Te asombrará la capacidad que tienes de descubrir tu zona de confort y permanecer en ella.

  1. Busca un ambiente tranquilizador

El lugar donde des a luz debe hacer que te sientas segura. Debe contar con espacio para que camines y tomes un baño, además de una variedad de muebles y dispositivos para fomentar el movimiento y aliviar el dolor: pasamanos en las paredes, un reproductor de CD, una mecedora, una pelota de parto, un banco bajo, una barra para ponerte en cuclillas y una cama suave. También debe contar con políticas que te permitan adoptar una variedad de posiciones. El acceso a la atención médica apropiada es fundamental en caso de que surjan complicaciones.

  1. Elige cuidadosamente a tu equipo

Para que un equipo de parto pueda darte todo su apoyo, debe estar formado por médicos, enfermeras, parteras y doulas (acompañantes de parto) bien preparados y dispuestos a atenderte, además de tus seres queridos. Cuando te tratan con respeto y paciencia disminuye el estrés y las inhibiciones, y te será más fácil hallar los mejores mecanismos para sobrellevar el dolor y las tensiones. (Para más información sobre apoyo durante el parto, consulta la página 11).

  1. Aprende sobre el parto

Busca información acerca del parto en libros, revistas, páginas web, vídeos, clases, una visita al hospital o charlas con tu proveedor de atención médica, tu doula, familiares y amigos. Familiarízate con los procedimientos y rutinas del hospital o centro de parto, y pregunta acerca de su flexibilidad. Es mejor averiguar acerca de esto antes del parto. Cuanto más sepas, menos sorpresas encontrarás más adelante.

  1. Expresa tus miedos

¿Te preocupa el dolor del parto, las agujas, los medicamentos, o perder el control de la situación? Habla con una amiga conocedora y confiable, una educadora de parto o con una doula informada y de tu confianza. Expresar tus preocupaciones te tranquilizará, además de ayudarte a descubrir soluciones prácticas para resolverlas. Expresar tus preferencias en un plan de parto también puede ayudar a disipar tus miedos (consulta la página 8).

  1. Practica la respiración rítmica

Respira profundo, a un ritmo lento, entre una contracción y otra. Libera la tensión con cada exhalación e intenta gemir. Intenta también respirar rápido, a razón de una vez cada 2 o 3 segundos (20 a 30 veces por minuto). Si pierdes el ritmo, es necesario que tu pareja te ayude a volver a sincronizarlo con miradas, movimientos rítmicos hechos con la mano o la cabeza, o hablándote durante las contracciones.

  1. Recurre a las imágenes y a la visualización

Concentrarte en algo que te haga feliz (como la cara de tu pareja, una imagen de tu agrado o tu objeto favorito) capta el interés de tus sentidos y disminuye tu percepción del dolor. Escucha música, una voz tranquilizadora o una cinta con sonidos de olas de mar e imagina que estás en un entorno tranquilizador.

  1. Toma una ducha o un baño tibio

Una ducha tibia es relajante, especialmente si te puedes sentar en un banco y utilizar una regadera para dejar caer agua en tu abdomen o espalda. Un baño de agua tibia puede relajarte e incluso quizás acelere el trabajo de parto.

  1. No dejes de moverte

Cambia de posición cuantas veces puedas. Camina, inclínate, balancéate, mécete y ponte en cuclillas. Algunas posiciones te resultarán más cómodas que otras (consulta en la página 14 algunas posiciones de eficacia comprobada).

  1. Alivia el dolor con compresas tibias o frescas

Coloca una bolsa de gel tibia en la parte inferior del abdomen, las ingles, la zona lumbar o los hombros durante el trabajo de parto. Una bolsa de gel congelada o un guante de látex lleno de hielo pueden aliviar las zonas donde te duele. Usa toallas frescas para aliviar la transpiración de la cara, el pecho y el cuello.

  1. Disfruta de caricias y masajes suaves

Ya sea que alguien te sostenga la mano o te acaricie la cara, el pelo, la mano o el hombro, el contacto te transmitirá confianza, cuidado y comprensión. Pide a tu pareja o a tu doula que te den un masaje, ya sea con presión suave o firme, y que usen aceite o loción.

¿Qué hago que las membranas se rompen antes que empiezan las contracciones?

Alrededor de 1 en 10 mujeres embarazadas se les rompe la bolsa de agua antes que empieza la labor de parto – cuando ya tienen más de 37 semanas – y aproximadamente 8 de 10 de ellas estarán en la labor de parto en las siguientes 12 horas, algunas inclusive hasta durante más de un día, y pocas mujeres esperarán más. La mayoría del tiempo no se sabe por que esto ocurre, otras veces es por que se hayan hecho tactos internos a la mujer durante citas prenatales – siempre cuando se le hace tactos existe dos riesgos: causar una infección por dentro o romper las membranas accidentalmente. Por este razón, recomendamos que no permita los tactos rutinarios en el control prenatal.

La importancia de la ruptura depende de como fue. Si la cantidad es poca o sale lentamente poco a poco, probablemente no es para preocuparse.  Póngase una toalla y observe si se sigue mojando, huela el agua para descartar la posibilidad que sea orinas – muchas mujeres con 9 meses de embarazo se han orinado involuntariamente – ¡no tenga vergüenza!  Si la cantidad es grande, sale repentinamente – bastante una vez – fíjese el color y olor del agua.  El líquido amniótico huele como cloro, en algunos casos, y debe ser transparente; si es verde o café, podría ser que el bebé se ha obrado dentro y podría estar estresado, y es importante que vaya a la clínica o hospital en seguida. Si es agua es clarito y usted sabe que el bebé ya está encajado, no tiene por que preocuparse, en cambio,

si no se sabe la posición de la cabecita o sabe que no está encajado todavía, debería ir inmediatamente al hospital o clínica.  Adicionalmente, si su bebé está sentado, es común que se obre dentro y no es problema. De todas formas, siempre ponga mucha atención a los movimientos de su bebé después de que se rompen las membranas; si no está segura si el bebé está bien, busque atención de su proveedor.

Parto seco es un mito.  Muchas personas hablan del “parto seco” cuando se rompe la bolsita del bebé antes del inicio de la labor de parto, como si no fubiera más agua.  Sin embargo, usted y su bebé se están produciendo agua amniótica fresca todo el tiempo, y aún cuando se pierde mucha cantidad de agua, siempre se lo repondrá inagotablemente.

Se puede esperar 2 a 3 días después que se rompe la bolsa de agua. Muchas veces en los hospitales, pretenden provocar los partos una vez que se cree rota la bolsa; no obstante, es muy probable que las contracciones empiezen sin ningún estimulo farmacéutico en algunas pocas horas, o en el primer día.  Algunas mujeres cansadas de esperar el parto, consienten la inducción del parto de una vez, pero corren el riesgo de que el bebé no esté completamente listo para salir, o que se complicará por la inducción artificial. La decisión debería ser suya, y mientras su bebé esté bien

y tome precauciones para prevenir una infección, es más seguro esperar el parto.

¡Evita infección! Una vez que está rota la bolsa de agua de su bebé, su bebé estará expuesto a una infección, ya no está protegido como antes. Por eso, es esencial que nada vaya adentro de su vagina, y esto incluye dedos, no permita que le haga un tacto interno en la clínica o hospital.  Aún con solamente un tacto, el riesgo de infectarse es significativo, y con más de un tacto, el riesgo va en aumento. Para asegurar que no se esté infectandoa manténgase limpia, no se bañe en una tina – solamente en la ducha, cambie su toalla (si está usando una) a menudo, usa ropa interior liviana, floja y de algodón, no use jabones perfumados, no tenga relaciones sexuales y tome su temperatura cada 4 horas. Si su temperatura empieza a subir, contacte su profesional de salud También se puede tomar Vitamina C 500 mg. cada 6 horas para incrementar sus defensas y trate de alimentarse bien y mantenerse bien hidratada – con abundante agua, jugos y tés.

Finalmente, si está esperando que empiece la labor de parto después de que se rompen las membranas, no se preocupe, trate de estar calmada y optimista y cuídese mucho.

¿Qué hago si mi trabajo de parto es muy lento o prolongado?

Cuantas horas debería durar un parto? es una pregunta muy discutida actualmente. El promedio de un primer parto es entre 12 y 24 horas y para el segundo, tercero o posteriores bebés, el promedio es entre 3 y 24 horas, y siempre habrá partos fuera de estos promedios. En muchos hospitales tiene un limite de alrededor de 14 horas, y si el proceso es más lento pretenden acelerarlo con un suero de pitocín. Cada parto tiene su propio ritmo, y la decisión de acelerar un parto depende en las características particulares de cada uno, y los sentimientos y creencias de la madre.

Muchas madres experimentadas saben que un parto puede durar desde unas pocas horas hasta unos días.  Es cierto que un parto prolongado, cuando existe una verdadera complicación que no sea atendida a tiempo, es peligroso para la madre y su bebé.  No obstante, cuando la madre y bebé están bien y el proceso es saludable o normal, la labor de parto puede durar mucho tiempo, el tiempo que sea necesario.

Un parto rápido no es siempre lo mejor, porque la madre podría sentir golpeada por la intensidad extraordinaria de las contracciones y la expulsión, y de la misma manera se puede traumatizar el bebé. Al contrario, un parto lento puede ser mejor por que tendrá tiempo para adaptarse a los cambios, el proceso es más suave para la madre y su bebé. Por otro lado, un parto largo y lento puede ser duro si la madre no se cuida bien con descansos y alimentos ligeros, o si sus asistentes están ansiosos o quieren utilizar intervenciones o drogas para acelerar un proceso normal, contra su voluntad y con los posibles efectos secundarios.

Hoy en día, debido a la sobre-medicalización del parto, es extremadamente raro que un parto llegue a durar tres días, y por lo tanto pocos asistentes estarían dispuestos dejar el proceso desencadenarse por tanto tiempo. No obstante, cuando la madre se cuida mucho y cuenta con asistentes pacientes y atentos que tiene parámetros más amplios, su bebé estaría muy bien cuando nace aún después de mucho tiempo en la labor, siempre y cuando no haya complicaciones reales y el mínimo de intervenciones.

Cuando un parto es largo, es importante averiguar las razones y analizar los síntomas.
En caso de que su bebé no descienda, considere posiciones terapéuticas, como en cuclillas.

¿Qué tan frecuente y fuerte son las contracciones? En todos los partos normales es esencial que la madre se mantenga relajada y activa; estar parada, sentada o en cuclillas, además de caminar, bailar y movilizarse de cualquier manera que sea cómoda y la reconforte, de tal forma que se estimula las contracciones del parto y el descenso del bebé. A pesar de todo el esfuerzo para moverse y relajarse, en algunos partos las contracciones no llegan a tener la intensidad y frecuencia esperada y los asistentes se preocupan por un posible problema. Si el bebé tiene una adecuada posición y no presenta indicaciones de sufrimiento fetal, y la madre tiene buena condición física, el proceso puede continuar a su manera. En el caso de que un parto demore muchas horas, es imperativo que la madre duerma o descanse entre contracciones, tome abundante líquidos y consuma comidas livianas para conservar su energía. Para estimular las contracciones, existe medidas tan simples como:

  • Tomar varios vasos de agua.
  • Tomar un batido que contenga proteínas o una bebida para deportistas.
  • Si ha pasado mucho tiempo en el mismo lugar, salir de su cuarto o la sala hospitalaria para hacer una caminata, tomar aire fresco, sentir el sol o el viento en su piel, o tener contacto con la naturaleza.
  • Cambiar su ambiente, como por ejemplo, poner música, bajar o encender las luces, cambiar su ropa, o cualquier cosa que le haga sentir “refrescada”.
  • Tener privacidad, como por ejemplo, estar sola por un rato o tener intimidad con su pareja
  • Sumergirse en una tina de agua caliente o sentarse bajo una ducha caliente

¿Tiene dolor de la espalda? Un bebé con su espalda contra la suya produce dolor de su espalda y podría durar varias horas más para nacer que un bebé con su espaldita contra la barriga de la madre. Para facilitar la rotación de su bebé a la posición anterior para que nazca más fácilmente, coloquese de cuatro patas, apoyándose sobre almohadas, y mueva las caderas. En la posición de cuatro patas, sus acompañantes le puede masajear la espalda o ejercer presión fuerte directamente sobre el hueso sacro, y además se aliviará bastante el dolor.

¿Las contracciones son efectivas? 
A veces, se puede averiguar si las contracciones están abriendo el cuello uterino con un tacto interno durante una contracción. Sin embargo, no debe hacer este procedimiento cuando no presenta la probabilidad de un problema. Cuando el cuello uterino no se estira durante una contracción porque no cuenta con la presión de la cabeza del bebé y la bolsa de agua, se puede tratar de acomodar la cabecita del bebé en una posición más efectiva sencillamente por los movimientos de la madre. Por ejemplo, subir y bajar gradas, “caminar” como una pata (con apoyo la madre dobla sus piernas hasta que está prácticamente en cuclillas y camina moviéndose las caderas) o levantar una pierna con la pie sobre una silla por varias contracciones.  Finalmente, después de utilizar diferentes movimientos y posturas, trate de dormir, posiblemente con una copa de vino o una pastilla recitada por su médico, porque muchas veces cuando la madre se relaja profundamente hasta que se duerme, la cabecita del bebé se libera y encuentra su mejor espacio para nacer. Una vez encajada y en una buena posición, las contracciones se aumentarán en intensidad y frecuencia.

¿Qué hago si no tengo ganas de pujar?

Señales de que su doctor no apoyaría un parto natural

Juliana, luego de su experiencia con el parto de su hijo, Oliver, se sintió desilusionando con su doctor y el proceso que llevó su embarazo, y se dio cuenta que su experiencia, lamentablemente, no fue muy diferente que la de mujeres en todos partes del mundo.  Luego Juliana se dio cuenta que habían señales desde que empezó las citas con él de que su doctor no tenía la misma visión que ella.

Compartimos sus pensamientos para que las mujeres puedan ver las señales y hablar con sus doctores.

Original publicado en inglés en Connectedmom.com (sitio web fuera de línea)

1) Cuando le expuse mi intención de dar de mamar y le informé al doctor que no querría un epidural, para poder estar segura de que yo y mi bebé estaríamos alertas y saludables para mamar inmediatamente después del parto, me dijo que el epidural, o el tipo del parto, no tendría efecto en la capacidad para mamar.

He leído mucha información de fuentes fidedignas que dijeron lo opuesto, pero tenía confianza en el doctor.  Ahora, me doy cuenta que él ignoraba o me estaba mintiendo sobre los peligros del epidural y otras intervenciones.

2) Pregunté al doctor su índice de cesáreas, para saber la probabilidad que el intervendría sin necesidad durante el parto.  Ahora me doy cuenta de que nunca me dio una respuesta verdadera.  Me dijo, “No quiero que usted tenga una cesárea porque entonces no podría tener otro parto vaginal en el futuro.”  Esta respuesta me consoló, y tenía confianza en el doctor.  Pensé que él y yo éramos en el mismo equipo y queríamos lo mismo.

En realidad, esta respuesta fue una de las peores.  Los partos vaginales, y los partos en hogar, son posibles después de una cesárea.  Que el doctor no sabía, o no cree, en esta opción, a pesar de evidencia y el cambio de las percepciones de la comunidad medica, debería haber sido una advertencia que él no era el doctor para mí.

3) Cuando escuché hablar de tener una doula para la primera vez, no tenía ninguna idea que era una doula, y entonces pregunté al doctor.  “No la necesita,” me dijo, “pues va a tener a su esposo a su lado.”  Debería haberme reído a su cara, pero mi esposo me miró y dijo, “Estaré allí para tí, puedes tener confianza en mi para cuidarte.”

Tengo confianza en mi esposo para poder cuidarme, y cuando fue el momento del parto él hizo lo mejor que pudo.  Pero el problema es confiar en el compañero para actuar como doula.  Es probable que su compañero tenga el mismo conocimiento y experiencia en un parto que tiene usted.  Su parto será tan emocionante, increíble, y una cambio de vida tanto para su compañero como para usted.  Una no puede tener la expectativa de que su compañero le de consejos racionales y tranquilos todo el tiempo, y no puede tener la expectativa de que puede ayudarle en todas situaciones, especialmente si se presenta algún problema en el parto.

El doctor no quería que le hiciera preguntas en la sala del parto, o no entendió el papel de una doula.  Un doctor que minimiza o no entiende el papel de una doula, o, peor, que no está dispuesto a trabajar con una doula, probablemente no tiene interés en darle el parto que usted quiere.

4) Cuando se acercaba el día del parto, y me iba poniendo nerviosa.  Entonces, hice un plan del parto para especificar a lo que accedería o no durante el parto.  El doctor nunca usó las palabras “plan del parto” y siempre lo hizo referiendose a mi “lista de deseos.”  Él me dijo que debo tener una mentalidad abierta y ser flexible en caso de que hubiera algún problema.

5) Ahora estoy segura que el doctor nunca leyó la copia de mi plan del parto.  Lo sé porque cuando las enfermeras lo llamaron durante el parto para decirle que yo estaba en parto activo, él les dijo que me ofrecieran la epidural, a pesar de ser algo en letras rojas en el plan, que especifiqué que no quería que ellos me ofrecieran anestesia, y si yo la quería, preguntaría.

El plan del parto es mucho más que una lista de deseos, y que el doctor no lo respetó y no tuvo interés en lo que yo quería, eso debería haber sido una advertencia de que él no tenía intenciones de respetarme durante el parto.

Hay otras señales que su doctor no va a apoyarle a usted y sus deseos para el parto.  Es importante que encuentre un doctor en quien pueda tener confianza y saber que va a respetar sus deseos y elecciones.  Aquí hay mas señales de advertencia:

  • Si el doctor siempre contesta con “vamos a ver” cuando usted expresa sus opiniones para su parto
  • Si el doctor quiere usar un horario con 41 semanas como un punto límite del parto natural
  • Si el doctor hace comentario sobre el tamaño del bebe y necesitar intervención o hace comentario que usted es “estrecha”
  • Si el doctor expone alguna actitud que se le hace incómoda, no quiere contestar sus preguntas, está a la defensiva, falta el respeto, no mira a los ojos, o usa información falsa
  • Si el doctor le dice que el/ella va a decidir si usted “está para cesárea” o no durante su cita de 38 semanas

Todos los embarazos son diferentes, y el tamaño del bebe o usted, no tienen ningún efecto en la capacidad para dar a la luz naturalmente.  Todos los partos son diferentes, y no hay un horario o proceso universal.  Es muy importante que se sienta cómoda con el doctor y que el doctor siempre respete a sus elecciones para el parto.